Sefiní
No veré a Morgan crecer
ni
escucharé a las besuconas ahuyentar el sabor de tus comidas.
Ya
no más lágrimas de tercer grado
o
sonrisas de fortunio por estar en el presente.
Terminaron
tus desvelos,
principiaron mis insomnios.
Adiós
al penthouse, al feminismo, a Chopin,
al
color bermellón de las 7 y a la limpieza dental compartida.
Se
acabó la conversación de vida y muerte,
los
frappes, el aroma de tu cuerpo mojado,
el
contacto directo y el México prehispánico.
No
asistiré a la boda de tu hermana.
No
dormiré más a tus espaldas.
No
escucharás más romanticismos sobre tu hoyuelo
o
tus mandalas o cualquier parte de tu cuerpo.
Por
fin podrás hacer yoga sin que yo me invente poemas.
Por
fin podrás ser tú la persona que se merece.
Comentarios
Publicar un comentario