Sueño causado por el vuelo de un mosquito alrededor de mi oreja un segundo antes de despertar

 Soy policía de la Procuraduría General de la Justicia. No tiene mucho que me mudé al departamento de este edificio que no es más diferente de los cuartos de los reclusorios.

Varias veces a la semana la dueña me invita a "cenar" a puerta cerrada y cada vez que la veo lleva un vestido más apretado y corto que el anterior, ésa es la razón principal por la que me quedo. El primer día de nuestro encuentro, que fue cuando me enseñó el departamento, subimos las escaleras con ella enfrente de mí; le vi los muslos descubiertos con una tanga. Entonces me dijo: "¿En serio es usted policia?". A lo que yo contesté con: "Verdad de dios, ¿no quiere ver mi pistola?". Pero ella no lo entendió hasta entrada ya la noche.
 
El edificio también tiene cosas chuscas, como los patos que aparecen a primera hora de la mañana en el techo moviendo sus alas y sus picos. Yo los noto por las sombras que proyectan con los rayos del sol, y si no fuera por los vecinos que ya les agarraron amor a esos animales, con utilidad de despertadores potenciales, ya les hubiera roto sus pescuezos.

También está Bernanardito, que casualmente confunde a su mamá con la señora del 3B siempre que le da hambre para que después su verdadera madre le ande sobando la panza por comer tanta torta y chicharrones.
 
Cuando salgo de mi departamento Sofía ya está a mi espera para decirme impaciente que me despida de ella y de todos sus hermanos que me encuentro brincando en sus sillones con sus uniformes oliendo a papaya.

Incluso el edifico tiene sus lados tranzas, como esos albañiles que llevaban un mes tratando de componer dizque una tubería, digo llevaban porque hoy los corrí. ¿Por qué? Pues descubrí su maña como un lingote de oro que desenterraron del suelo de mi querido edificio y que trataron de esconder en una de sus mochilas. Yo como buen policía lo llevaré a la Procu para hacer la investigación pertinente. Y puede que me manden al extranjero para analizar el lingote de oro, ya ven que estas cosas son muy delicadas y hay que proceder con cautela.

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