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Mostrando entradas de febrero, 2021

Sueño causado por el vuelo de un mosquito alrededor de mi oreja un segundo antes de despertar

 Soy policía de la Procuraduría General de la Justicia. No tiene mucho que me mudé al departamento de este edificio que no es más diferente de los cuartos de los reclusorios. Varias veces a la semana la dueña me invita a "cenar" a puerta cerrada y cada vez que la veo lleva un vestido más apretado y corto que el anterior, ésa es la razón principal por la que me quedo. El primer día de nuestro encuentro, que fue cuando me enseñó el departamento, subimos las escaleras con ella enfrente de mí; le vi los muslos descubiertos con una tanga. Entonces me dijo: "¿En serio es usted policia?". A lo que yo contesté con: "Verdad de dios, ¿no quiere ver mi pistola?". Pero ella no lo entendió hasta entrada ya la noche.   El edificio también tiene cosas chuscas, como los patos que aparecen a primera hora de la mañana en el techo moviendo sus alas y sus picos. Yo los noto por las sombras que proyectan con los rayos del sol, y si no fuera por los vecinos que ya les agarrar

Cara de tonto

Primero subí a mi habitación: debatí contra las sábanas y no había más que dos almohadas simulando un cuerpo dormido. El inmundo no estaba. Más allá del lugar en donde mi cabeza hace hueco cada noche, tampoco. Pero mis cajones abiertos dejaban ver en su interior todas mis frases, poemas, cuentos y una novela recién terminada, en desorden. ‹‹Un mal hábito que no ha podido combatir››, pensé, moviendo la cabeza de un lado a otro. Estuvo allí la sanguijuela, siempre ignorando las órdenes superiores. Insistí algunas veces en que lo guardaran bajo llave de manicomio, porque su sufrimiento lo hace pasar por violencia, pero no estoy hablando de meras cachetadas o simples pataditas. ¡No! Hablo de violencia de la incontrolable, de la que te zambulle en el lago de la muerte. No es que esté loco, al contrario, en sus manos carga con una gran responsabilidad que desafortunadamente es incapaz de sostener. Sí, en toda familia siempre hay un sádico, una oveja negra. Mi búsqueda se recobró en el pi

Ánima

    “Cuando alguien dice no puedo dejar a esa mujer aunque lo querría hacer, eso es el Ánima" Carl Gustav Jung, Entrevistas La mayoría de los vecinos no cree haber vivido el conflicto de esa noche. Se niegan a plantar los pies sobre el suelo y se niegan a admitir que todo lo que vieron fue absolutamente real. Para engañarse, inventaron varias versiones: que era una parejita que no vivía cerca de nuestra colonia Nápoles y que andaban discutiendo, borrachos, en plena calle, hasta que el hombre mató a la mujer con un arma y ocultó su cadáver; unos dicen que la mujer alcanzó a huir del disparo del hombre; otros que hubo un perro que acompañó todo el tiempo a la mujer, pero que jamás la defendió; incluso algunos llegan a decir que fueron alucinaciones causadas por el estrés de su trabajo o una broma de algún programa de televisión. Pero todas estas estupideces son falsas, y pese a que todo el vecindario lo sabe sigo sin entender por qué las mentiras siguen esparciéndose. Yo puedo