Blanco lirio

Vivir, vivir en el icónico presente que huye de mí por no salir más con parches en sus soles y picaduras en su frágil coqueteo. 

Entonces el pasado, entonces el sabor nocturno raspando los párpados para engañarme y preferir la osadía de la enfermedad a aceptarlo todo.

Y el futuro, el futuro una maldición ilustre que escuece mis piernas. 

No hay nada ni el rugir del tiempo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Detrás de los crímenes de la Semana Escarlata, Francisco Tario

Otro sueño, otra vida

Otro espantapájaros