Minificción en la poesía


Hace 14 años asistí a una conferencia que se titulaba “Minificción en la poesía”. El auditorio albergó alrededor de 300 personas y yo pude estar en los lugares de en medio, donde es difícil percibir al expositor, pero no el conocimiento que se refleja en la palabra.
En ese entonces yo estaba por finalizar mi tesis acerca del proceso creativo del escritor. Una de mis suposiciones se centró en que la realidad del escritor, el modo de aprehensión de esa realidad, teóricamente la poesía, no es imaginaria ni de naturaleza sensitiva, sino que es un fenómeno que vive el escritor; por ejemplo, Cortázar convivió con sus cronopios en el intermedio de un concierto de Ígor Stravinsky, el acontecimiento de canibalismo que relató Poe y que 46 años después se hizo realidad, la venganza de la muerte del padre de Rulfo, el sueño uxoricida que se le dio a Louis Althusser y se llevo a cabo años más tarde.
El caso es que durante la conferencia referida unos tipejos al lado mío me preguntaron si conocía a un tal filósofo-poeta Raúl. Yo les dije que no, aunque mi nombre es Raúl y ahora soy filósofo y poeta. No les presté atención y ellos siguieron preguntando banca por banca al ya mencionado hombre.
Les cuento esto porque hoy he tenido un sueño. Soñé que era un nigromante y mandaba a unos tipejos a buscar a un tal filósofo-poeta Raúl; me buscaba a mí mismo en una conferencia que se titulaba “Minificción en la poesía” para asesinarme con un puñal de piedra.





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