Birdie, ¿estás ahí?


Birdie no es el típico pájaro que parte del alba con un suministro innecesario de canto; por el contrario, Birdie cree pertenecer a la única estirpe de mago que la naturaleza justifica por cada millón de actos miserables, un elegido en el azar de la mentira. El primer engaño es proclamarse mago; el segundo es pasear la fría moneda de su compañera sobre sus dedos gordos y esconderla tibia entre el índice y el dedo de en medio.
El otro Birdie es blasfemo de olvido; presume con soberbia su memoria desde un pupitre de mero estudiante de secundaria. Y para probar la honradez de ese gesto, María propone el reto: “¿El 19 de enero qué llevaba puesto?”. El reflejo de Birdie es una risa de cinismo, al tiempo que desvalora tal insignificancia con la mano al aire y le dice: “No seas bruta, güera, pues el mismo uniforme de la secundaria que todas las pinches morras llevan y que ahora estás usando. Pero clarito vi que ese día, allá afuera, traías tu vestido negro bien pegadito y tus únicos tenis que tienes y un brasier roto color azul que se te asomaba de los hombros, ¿a poco no?”. Los más aledaños reían y María quedó en un estado de arrepentimiento, sintiendo cómo subía la temperatura de la vergüenza.
Las burlas cesaron hasta que Pablito ofreció un nuevo reto: “Yo te apuesto todo lo que quieras a que no sabes qué pasó el 16 de marzo. Ni si quiera te atrevas a recordar, te vas a hacer caca la cabeza”. Birdie chitó y rechazó con los ojos. Abrió la boca para contestar, pero su memoria desvaneció: el tiempo rige sus estándares y se hace más pesado cuando el silencio apunta, y Birdie era comido: un segundo apenas, dos apenas, y lo rezagaba la eternidad. Su realidad se desmontó y un hueco mal formó su instante. Ajena, así era su atmósfera.
De pronto el prodigio se le presentó, pero era un prodigo no vivido sino sólo en el recuerdo. Quiso recuperarse en esa revelación, pero se sintió fragmentado, partiendo una vida que ya no le parecía suya. Recordó que el 16 de marzo al otro extremo del país alguien que compartía su mismo nombre hizo un truco de magia con una moneda.

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